domingo, 25 de enero de 2015

Amor sin final



Hace algo más de un mes tuvimos que despedir a un personaje que nos apretó el corazón, y desde ese momento le debíamos un espacio en el que aglutinar al menos parte de todo ese amor que recibimos en una gira de emociones y sentir. Y es que bajo el nombre de Cosette se encierra una luz que supo proyectar Talía con la intensidad justa en quienes vivimos su lucha y su ansia por vivir y conocer. La Cosette de Talía sabe a verdad y a corazón, al amor de verdad que entona uniendo su voz a la de Marius. Su Cosette supo a dulce y nos dejó un profundo deseo de mantenerla viva para siempre. La magia del teatro se volvió verdad con ella y se guardó en ese momento su lugar en nosotros, invadiéndonos el alma. Talía deja en Cosette un tiempo bonito que compartió generosamente con quienes la vivimos desde la butaca como parte de un sueño, pero en ella deja también emociones que la hacen vida después de que el último telón bajara. Sería imposible, aunque lo pretendiéramos, olvidar lo que te provoca sensaciones. Por eso la luz de Talía en Cosette sigue iluminando fuerte nuestro centro, por eso sentimos que el cariño que vertió la actriz en el personaje se transforma ahora en el más puro agradecimiento por la posibilidad de un viaje único y especial. Fue, de corazón, una experiencia preciosa sentirnos parte de este trayecto al que pusimos rumbo de la mano de Cosette. Queda en nosotros para siempre, guardada en el lugar donde se acude para recordar las cosas bonitas. Gracias por regalárnosla tan llena de corazón, la querremos siempre. 

No nos cansaremos nunca de aplaudir la sensibilidad y el talento. Ya esperamos que se vuelva a abrir el telón..


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