Los aplausos, bien merecidos, han invadido el Liceu estos días y el público barcelonés ha respondido con sentidas ovaciones y un cariño inmenso que seguramente permanecerá para siempre en el corazón de quiénes lo han recibido como algo más que el resultado de un trabajo bien hecho.
"Para el público barcelonés tiene un algo especial contemplar barricadas y banderas rojas en el histórico Liceu, que tantos choques sociales ha contemplado. Y no sólo el pasado influye: el momento politicoeconómico actual y un paseo posterior por el raval convencen al espectador que Los Miserables tiene una vigencia muy singular" LaVanguardia.
La historia narrada en Los Miserables logra conmover con unas interpretaciones musicales y coreográficas que traducen la fuerza de los sentimientos desbordados, y adquieren movimiento de reflujo oceánico en las escenas corales" Revista Rambla.
"Y tras casi 3 horas de función, el público del Liceo dictaba veredicto. Una estruendosa y espontánea ovación con la platea puesta en pie no dejaba lugar a dudas: Los Miserables había conquistado uno de los corazones de la ópera en España." ABC.
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El Liceu en pie, aplaudiendo "Los Miserables". |
Más funciones en la mochila y más sentimientos envueltos en un musical que sigue haciendo historia tras cada representación, colándose en el alma de todo el que vive esta experiencia tan especial como parte más de la historia. Algo de estos "Miserables" resonará para siempre en cada uno de los que han ocupado una butaca del Liceu de igual modo que en los Miserables quedará siempre el calor de este público.
Para despedirnos nos parece más que oportuno compartir el tema más emblemático del musical; así sonaba Sale el Sol en el majestuoso Liceo de Barcelona.
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